A finales del año 2019 y los primeros meses del año 2020 surge la mayor crisis sanitaria del siglo XXI, la pandemia del COVID-19. En poco tiempo, la OMS declara que el brote surgido en China es una emergencia de salud pública internacional. La evolución de la epidemia en España hace que se decrete el Estado de Alarma el 14 de marzo, quedando restringida la movilidad, las actividades cotidianas, y la población pasa a un estado de confinamiento para frenar el ritmo de contagios.

Debido a esta crisis sanitaria y al confinamiento, la gran mayoría de la actividad laboral quedó paralizada en España y actualmente, en la nueva normalidad muchos sectores siguen sufriendo la paralización de su actividad. Más concretamente, en la ciudad de Cádiz, donde se encuentra el Comedor Virgen Poderosa, con aproximadamente el 30% de la población en desempleo, con una economía sumergida y en la que gran parte de la población activa vive del turismo (mayormente de la hostelería); esta situación ha provocado un aumento considerable de personas que se han quedado sin ingresos, viéndose en una situación crítica de necesidad y que ha obligado a muchas de ellas a hacer uso de recursos sociales. Debido a esta situación, el comedor ha visto incrementado el número de personas a las que de media atiende al día, pasando de 75 personas a 130 personas diarias.

Hemos tenido que adaptar el desempeño del trabajo diario que se desarrolla en el comedor a las nuevas medidas de higiene y seguridad que deben cumplirse para evitar la propagación del virus en esta crisis sanitaria. Por ello el Comedor ha continuado llevando a cabo sus servicios de la siguiente forma:

• Servicio de comedor: Ofreciendo a los usuarios/as bolsas de picnic con comida caliente, bocadillos, pan, bebida y postre.
• Servicio de alimentos en crudo para familias con menores: Se les ofrece productos de alimentación no perecederos para que puedan cocinarlos en casa. Las familias recogen los alimentos citados previamente para hacerlo de forma individual sin coincidir con otras familias, debiendo cumplir con el uso de mascarilla y desinfección de manos al entrar el centro.
• Servicio de ropería: Los usuarios hacen la petición de sus necesidades a la trabajadora social, y posteriormente se prepara lo que necesita y se le entrega individualmente, sin hacer uso de las instalaciones de la ropería.
• Servicio de atención social: La trabajadora social atiende a los usuarios que lo demanden, mantenimiento las medidas de higiene y seguridad necesarias (uso de mascarillas, mampara de separación, gel hidroalcohólico, distancia de seguridad y ventilación del despacho.

Desde que se decretó el estado de alarma en marzo de 2020, estas medidas nos están permitiendo seguir atendiendo las necesidades de las personas que más han sido afectadas por esta crisis sanitaria. El servicio al pobre ha sido y será nuestro principal objetivo, por eso las puertas de este comedor estarán siempre abiertas a todo el que lo necesite.