QUIÉNES SOMOS

El Comedor Virgen Poderosa conocido popularmente como “comedor María Arteaga” se encuentra ubicado en pleno centro de la ciudad de Cádiz. Este comedor tiene sus orígenes en marzo de 1989 cuando la comunidad de Hijas de la Caridad que vivía y prestaba sus servicios en el Hospital de Mora, tras las circunstancias vividas, las lleva a salir de dicho hospital, y a proseguir sus servicios de cuidados de los enfermos en el Hospital Universitario de Puerto Real, dejando de vivir en las dependencias del Hospital de Mora y pasando a la finca domiciliada en calle María Arteaga número 23 de Cádiz capital.

A la par que se va realizando el traslado físico de la mencionada comunidad, valora dar respuesta desde su Carisma Vicenciano, a la necesidad que se vivía en el barrio de atender a personas en riesgo de exclusión y que se hacía extensible a la ciudad. Es por ello que la comunidad trabaja para constituir un comedor para personas sin hogar y/o en riesgo de exclusión social, al que se le llama actualmente Comedor Virgen Poderosa, creado para dar una respuesta de servicio a los más necesitados, ofreciendo servicio de comedor y ropería durante todo el año.

Sin dejar de dar respuesta a las necesidades básicas, la comunidad de Hijas de la Caridad continúa estando atenta a las necesidades de la población, prestando no sólo el servicio de comedor y ropería, sino también dando respuesta a las necesidades de aseo e higiene personal, y atendiendo a familias con necesidades económicas, ofreciendo apoyo a la alimentación.

Todos estos servicios orientados desde el acompañamiento y promoción de la persona y en constante coordinación con la red de recursos de la ciudad de Cádiz que trabajan por la Inclusión social. El Comedor Virgen Poderosa está dirigido y gestionado en su totalidad por la Comunidad de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. El trabajo que se realiza desde el comedor es llevado a cabo por una comunidad de Hijas de la Caridad, el personal laboral, y los voluntarios/as. Cabe resaltar que la figura del voluntario/a es un pilar fundamental en el desarrollo de esta obra, ya que participan de forma activa y comprometida en el servicio diario que ofrecemos a los usuarios/as.

El servicio realizado desde este comedor nos lleva a resaltar, que no hay promoción sin necesidad básica cubierta, ni necesidad básica cubierta que no lleve de la mano la promoción de la persona; no sólo un plato caliente o una acogida cálida son suficientes, sino una motivación y refuerzo claro por la formación, promoción, búsqueda de empleo, empoderamiento de la persona, siempre impulsando y creando conciencia del protagonismo de la persona para no hacerla mera consumidora de recursos.

«Creemos que la atención social a personas que pasan dificultades debe ir cargada de un mensaje de esperanza; por lo que el trabajo diario se realiza desde un espíritu evangelizador, transmitiendo los valores del Evangelio y dando a conocer el amor que Dios tiene hacia los que más sufren». 

De esta forma, hoy día seguimos trabajando para cubrir las necesidades básicas de la población, pero siempre, manteniendo vivo el Carisma de los fundadores, San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac que nos impulsa y da sentido a lo que hacemos.